domingo, 20 de marzo de 2011

Esperanza: ¿calamidad?

Cuando los Dioses mandan a Pandora con la cajita de las calamidades para castigar a Prometeo por haberle dado al hombre el fuego, ¿por qué entre ellas se encontraba la esperanza? Para los griegos, la esperanza, al igual que las guerras o el hambre, no ayudan ni benefician en sentido alguno al hombre. Lo entorpecen, lo hacen miserable. Pues la esperanza es un estado que te sumerge en la pasividad, no eres capaz de controlar tus actos, ya que siempre estás a la espera de que algo llegue para mejorarlo todo.

En una clase, justo nos pedían que reflexionáramos con respecto a la esperanza, y cuando le pregunté a mi hermana por qué creería que es considerada como una calamidad me dijo que le hacía recordar un ejemplo: en la novela de Fahrenheit 451, de Ray Bradbury, la gente tenía prohibido leer porque les hacía temer, les daba imaginación para pensar en un mundo mejor, o en mayores peligros de los que conocían, estaban a la espera de que algo sucediera sin saber qué y no podían seguir su vida con normalidad, por tanto, era algo que los hacía miserables. Así la esperanza, como no estás seguro de si pasará o no aquello que tanto ansías, te mueves de la luz a la oscuridad, de un estado de afectividad exaltado a uno de depresión, en la espera de aquello que se desea.

De ésta manera, podría decir que la esperanza tiene la misma naturaleza que la maldad, pero también es su polo opuesto. Una no podría existir sin la otra. Se complementan. Se equilibran. mutuamente Por ello, los Dioses del Olimpo consideraron pertinente, entre tanta calamidad, dar la esperanza para equilibrar los estados afectivos del hombre y para hacerle más llevadera la espera de un mundo mejor...

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