domingo, 22 de mayo de 2011

Un asesino solitario


México 1994: se da a conocer el Movimiento Zapatista de Liberación Nacional, es el último año de gobierno de Raúl Salinas de Gortari y también es el año en que es asesinado el candidato a la presidencia, por parte del Partido Revolucionario Insitucional (PRI), Luis Donaldo Colosio. Éste es el clima en el que se desarrolla la historia de Elmer Mendoza: Un asesino solitario. 

Jorge Macías, el personaje principal, es contratado para dar muerte al candidato presidencial durante su gira por el norte de la República, específicamente en su natal Sinaloa. Toda la historia se desarrolla entre los días en que es contratado para hacer el “trabajo”, la planificación del viaje a Culiacán, su llegada y la víspera en que debe asesinar al candidato.

La novela es un monólogo del protagonista, cuenta los acontecimientos de su aventura como asesino a sueldo. Es él quien describe a los personajes y los introduce en su historia como parte importante del desarrollo de los hechos. También se describe a sí mismo como un asesino con grandes particularidades, entre ellas, él sólo mata cuando lo contratan para hacerlo, cuenta con sus propios códigos de ética –no mata a mujeres, curas o narcotraficantes, además de que tampoco mata a alguien de manera personal–, mismos que se ve obligado a romper cuando es traicionado por su amigo y la persona que lo contrata, pues en ese momento debe elegir entre su vida o la de su amigo y aquellos traidores, ya que ellos al final de todo querían eliminarlo.

Así, Jorge Macías nos presenta los hechos, no emite ningún tipo de juicio de valor, lo narra objetivamente, pues las cosas son como son y no se hace la víctima. Ya es cuestión del lector juzgar, si quiere hacerlo, el desarrollo de los acontecimientos, así como los motivos que tuvo para actuar como lo hizo o no.

Lo grandioso de la historia es, en sí, el México que nos presenta: un México en el que un asesino a sueldo y todos aquellos allegados al poder político gozan de inmunidad, son corruptos, ligados al narcotráfico, mismo que mueve muchos de los hilos por los que se conduce el país, por ejemplo: si un candidato llega o no a la presidencia.

En lo personal me gustó mucho la narración de la historia, la analogía entre los nombres ficticios de los personajes y la de los verdaderos, por ejemplo el subcomandante Lucas, refiriéndose al subcomandante Marcos, de la guerrilla zapatista. También, algo que me pareció realmente fabuloso fue la manera en que se narra, ya que pareciera que estás en una plática con Jorge Macías, que eres tú quien lo acompaña en aquella cañería donde se esconde, esa persona desconocida que se limita a escucharlo y a hacerle esporádicas preguntas, aquél que fuma en silencio a su lado mientras se desahoga contándote la historia de su vida y lo que lo llevó a estar en donde y como está.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Un mexicano con onda

José Agustín, escritor mexicano, promotor de la contracultura mexicana, es uno de mis escritores favoritos. Es parte de La Onda, término fundamentalmente despectivo para denominar a los escritores que rompieron con el conservadurismo literario de la segunda mitad de la década de los sesenta del siglo XX.

Éste escritor plasma en sus obras una temática puramente urbana, rompiendo los convencionalismos de la época, que si bien se había venido haciendo en Estados Unidos desde mediados de los cincuenta, es en México, hasta después de 1965 cuando se empieza a tomar una conciencia social aún mayor, asimismo se utiliza la literatura como la vía de denuncia ante la represión del gobierno, fundamentalmente exacerbado en 1968.

Los hippies, la contracultura, las drogas, la psicodelia, la música, principalmente el rock, el sexo libre, el lema de "amor y paz", la represión policíaca y del Estado son temas recurrentes en sus libros. Las obras que he leído de él aún son muy pocas, pero no por eso deja de ser de mis autores favoritos, entre ellas están: Ciudades desiertas, La panza del Tepozteco, La contracultura en México, La Tumba y El Rey se acerca a su templo. Y entre los que quiero leer se encuentran: el Rock de la cárcel, La casa del sol naciente, Cerca del fuego, Dos horas de sol, Se está haciendo de tarde, Círculo vicioso, entre otros.

Pero siempre habrá tiempo para leer lo que me falta, por el momento estoy concentrada en todo aquello que tiene que ver con el periodo del movimiento hippie y tendré que posponer un poco más mi lectura de José Agustín, sin embargo, no dejo de recomendarlo.

domingo, 15 de mayo de 2011

El color de la noche

Hace algunos días vi con mi hermana una película que se llama "El color de la noche", una buena película he de agregar. La historia empieza con una chica que se suicida en el consultorio de su psicólogo, Bill, se lanza desde la ventana y a éste le afecta muchísimo, tanto que se convierte en daltónico, es decir, deja de ver el color rojo. Así que para despejarse unos días del trauma sufrido por el acontecimiento con su paciente, Bill va a visitar a su mejor amigo, también psicólogo. 

Jim (el amigo) en ese momento está dando consulta a cinco personas en una terapia de grupo y Bill asiste a una de ellas, antes de que Jim le cuente que teme por su vida porque ha recibido amenazas de muerte. Después de ésta confesión, Jim es brutalmente asesinado y la policía le pide a Bill que dé la noticia de la muerte de su doctor al grupo, para ver si éste se da cuenta de algún suceso de interés, ya que se piensa que fue una persona del grupo quien cometió el asesinato.

Es así como Bill se ve inmerso en un círculo de intrigas, pistas falsas y  desconcertantes personalidades. De ahí en adelante, cuando Bill se hace cargo del grupo para seguir con la terapia, todos y cada uno de los sucesos tienen que ver con una persona en común, el grupo comienza a girar al rededor de alguien, pero de quién? ¿De Bill? ¿Del asesino? 

Sin duda una película intrigante, te mantiene prácticamente sin pestañear, sólo esperando una pista para ir atando cabos o para desvelar el misterio antes que los mismos personajes... Muy, muy recomendable.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Mentiras...

¿Cómo es que ciertas veces llegamos a creer las cosas más inverosímiles, o incluso nosotros mismos llegamos a contarlas consiguiendo que nos crean? Esta entrada no será para enseñar a mentir, o para revelar mentiras dichas, más bien se trata de una entrada en la que pretendo dar algunas de las características que hacen a una mentira creíble ante los demás.

Toda narración, de tipo lingüística que hagamos, genera estados afectivos de gran intensidad con la historia que se está contando, de ahí el hecho de poder captar la atención de la persona a la que nos dirigimos. Si el estimulo que generamos es bajo, dificilmente la otra persona creerá en nuestra historia. E independientemente de la afectividad, también influyen otros elementos: debe haber signos específicos que le den un inicio y un final a la historia; los acontecimientos narrados se orientan hacia el punto final de la historia; la narración es lineal, organizada de manera casual, es decir, cuenta con causas y efectos; los personajes se mantienen estables en el tiempo.

Habiendo contextualizado la situación en una narración, también hay que señalar que ésta debe contar con una entonación y una selección de palabras adecuada, para generar los significados específicos, es decir, estos elementos son los que harán que nuestra narración sera creíble. Y ya dependerá de cada persona si se identifica o no, y también si de ahora en adelante realiza o no de manera adecuada sus narraciones.

domingo, 8 de mayo de 2011

Pensamiento

¿Es el pensamiento la voz de la conciencia? En la socio-psicología, se dice que el pensamiento está determinado desde fuera, es decir, que tiene mucho que ver con la situación en la que uno se encuentra, por el entorno. Esa situación particular en la que nos encontramos forma la interacción y el escenario social. Existen dos tipos de pensamiento: el pensamiento verbal y el pensamiento en voz alta.

El pensamiento en voz alta tiene tres características:
1. Se da cuando redefine o planea una situación.
2. Es un pensamiento anticipatorio, es decir, lo emulamos antes de realizar una acción específica y es una especie de guía para nuestras acciones futuras. Constituye un ritual de autoconfianza.
3. Es un pensamiento que tenemos mientras realizamos determinada acción o que se dice inmediatamente después de que se realiza la acción que emprendimos. Es una especie de ritual de automotivación en donde se general estados afectivos muy fuertes. 

Por otro lado, pensamiento verbal:
1. Replica el diálogo y la conversación que hemos tenido con otras personas.
2. Toda enunciación está orientada siempre a un otro, ya sea que se encuentre presente o no.

Sin embargo, ambos son una cadena de pensamientos e imágenes que general sensaciones o afectos, pues pueden ponernos felices, tristes, enojados, melancólicos, etc., dependiendo de la situación que estemos recordando.

Así que en vez de pensar que el pensamiento es la voz de nuestra conciencia. debemos tener presente que éste se determinará de acuerdo a nuestro entorno y del grado de afectividad que nos genere.

jueves, 5 de mayo de 2011

Oh la Música... Sin duda una de las mejores manifestaciones artísticas del hombre. Siempre variable, siempre cambiante, pero siempre genial. "¡Carajo! ¡La música, maestro, la música! ¡Lo más sagrado que hay, lo único que te alivia las tensiones y deshace los sentimientos estrangulados!" 

Es cierto aquello que se dice de que la música alegra la vida. Claro, depende de lo que decidamos escuchar, pero al menos a mí siempre me pone de buenas. Generalmente existe una canción, un ritmo o un género musical para cada situación en la vida. Todo, todo es música, alegría y diversión.

Sólo dejaré una canción que me encanta y que dice más de lo que podría escribir yo aquí ahora, de acuerdo a lo que sucede en mi vida en estos momentos...