domingo, 29 de agosto de 2010

¿La vejez nos ha hecho iguales?

 "Lítost no es sólo una palabra que expresa emociones, sino también refleja un estado de padecimiento, padecimiento originado por la puesta en evidencia de la desgracia propia, desgracia que nos llena de un sentimiento de vergüenza y se acompaña de un pequeño sentimiento de venganza, hecho que puede resultar un poco absurdo, ya que deriva en que quién nos hizo sentir así no se percata del sentimiento que nos ha causado."

Vinculado con ésto me encontré con un cuento de José Emilio Pacheco, en donde podemos percatarnos exactamente de esa sensación de lítost. El cuento lleva por nombre La zarpa y se compone de un monólogo que entraña la decadencia humana. 

Rosalba era la más linda, la más graciosa, la más inteligente, las más amable y la más querida. Cuando llegó a la preparatoria era la muchacha más bella, todos querían ser sus novios, sin embargo, eso no afectaba a la relación de amistad que tenía con Zenobia, quién era todo lo contrario a ella, o al menos así se consideraba ella misma. Siempre a la sombra de Rosalba, sintiéndose desgraciada por no compartir su belleza, su inteligencia, su gracia... Odiaba a su mejor amiga, pero se sentía incapaz de demostrárselo porque Rosalba siempre era amble y cariñosa, aún así, nunca dejó de sentirse menos en su presencia.

Los años fueron pasando y Zenobia se empeñaba en romper toda comunicación con su vieja amiga, pues nunca había dejado de odiarla, ya que cada vez que se veían Rosalba seguía siendo la misma: "su cara fresca de muchacha, su suerpo esbelto, sus ojos verdes, su pelo castaño, sus dientes perfectos..." 

Toda una vida transcurrió asi, siempre sintiéndose menos ante la imagen de Rosalba, hasta que un día desaparecieron todos esos sentimientos en un instante, "ese cuerpo maravilloso, esa cara, esas piernas, esos ojos, ese cabello, se perdieron para siempre en un tonel de manteca, bolsas, manchas, arrugas, papadas, várices, canas..." Y desde ese momento, Zenobia se volvió libre, la vejez las había hecho iguales.

Con este cuento, se puede apreciar como Zenobia esta embargada por el lítost en su máxima expresión, toda una vida de odio, mientras Rosalba era totalmente ajena al sentimiento de su amiga. Situación que no cabe dentro de la fantasía, pues es algo que nos sucede, de una u otra manera, es algo real y tangible, ya que siempre nos empeñamos en vivir nuestra vida de acuerdo a la de los demás.

1 comentario:

  1. Ay la mugrosa Litost... ahora ya tengo como describir mis estados anímicos de los lunes... saludos Anayaztin...

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